En la actualidad hay tres veces más niños obesos que hace 15 años. Las principales causas son los malos hábitos de alimentación y el sedentarismo, que acarrean peligros como problemas de salud, problemas sociológicos y graves consecuencias en la edad adulta. La solución consiste en modificar los hábitos de alimentación y fomentar la actividad física. Pero más importante es que los adultos incluyamos estos nuevos hábitos en nuestra vida para que nuestros pequeños aprendan a cuidar de su salud.
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